Debemos criar de manera respetuosa, y esto lo podemos lograr con disciplina positiva.
La Disciplina Positiva es un modelo educativo para entender el comportamiento de los niñ@s y de acuerdo a este guiarlos de la mejor forma, considerando la comunicación, el afecto, el amor, la empatía y el respeto (tanto del niño como del adulto) al mismo tiempo.
Este tipo de educación tiene un equilibrio entre control excesivo y permisividad. Aquí se tiene en cuenta el respeto mutuo y la colaboración.
Cuantas veces hemos escuchado y dicho como padres: No cojas eso! No, eso esta mal! No, así no se hace! No no, así no! No! Te he dicho que no se juega allí! No, así no puedes comer! No…. no y no.
Me he dado cuenta como madre que cuando le doy una orden a mi bebé refiriéndome qué algo no debe hacerlo. Qué está prohibido que lo haga. Él lo hace con más ganas. Ejemplo: Lucas no se juega en la mesa de vidrio. Y él insiste y pone su mayor empeño y energía para seguir jugando en ese espacio que no debería.