Ha sido un año magnífico, con muchísimas cosas positivas por contar y que recomiendo vivir a cualquier mujer sobretodo las que no han tenido bebés.
Este primer año que me estrené como mamá me ha enseñado muchas cosas:
A ser paciente, a saber manejar las situaciones estresantes o difíciles, a ser muy racional (pensando antes de actuar), a controlar mis emociones negativas, a no tener miedo de expresar mis sentimientos y momentos emotivos, a ser una mejor persona, a dejarme llevar por los momentos vividos, a darme cuenta que no todo lo sabemos y que ser madre es un aprendizaje continuo. Nunca descansamos, siempre debemos estar ahí para ellos. Ser madre hace que desees ser una mejor persona para el mundo. Porque tu legado será tu hijo.
En nuestro diario vivir nos encontramos con diferentes tipos de mamás.
Cada una es indispensable en la vida de sus hij@s y cumple su papel con el mayor compromiso de todos.
No se podría decir cual es mejor porque depende de la personalidad de la madre, su modo de ver las cosas, estilo de vida, incluso del desarrollo del niñ@. Sin embargo, a continuación, describo cuatro tipos de mamás que he observado en mi entorno.
Durante mi embarazo al saber que venía un hombrecito en camino, mi felicidad fue enorme. Entendí que los cuentos de hadas sí existen. No es que sea muy fantasiosa, pero sí no lo vives, sí no lo disfrutas, no lo podrás entender.
Comprendí y creí que ese hermoso caballerito iba a hacerme sentir como una verdadera princesa. Esa princesa descrita en cada cuento infantil. Lo soñaba, me lo imaginaba y así fue.
Mi papá cumplió años antes de ayer, y quiero hacerle sentir lo especial que es para mí.
Amo a mi mamá, pero mi papá también estuvo presente desde el primer momento en que salí a saludar el mundo, él fue quién vigilo cada cosa que me hacían los médicos, entre otras cosas.. y desde ese momento, sentí el amor tan grande que siente por mí.
Cuando estaba embarazada me imaginaba sí iba a ser lo suficiente lechera para alimentar a mi bebé. Tuve muchas ideas erróneas sobre el porque algunas mujeres sí logran alimentar a sus bebés y otras no. Una de ellas era la siguiente: «sí una mujer tenía los senos pequeños no iba a producir suficiente leche».
Durante el embarazo me preocupe mucho y sinceramente le pedí a Dios que me ayudará o me brindará las herramientas para convertirme en una mamá lechera. Les confieso, que aunque creí que podía ser una mamá lechera siguiendo las recomendaciones brindadas, no estaba del todo segura, y rondaba más en mi cabeza mi idea errónea de que no iba a ser capaz 🙁
Felicito públicamente a todas esas mamitas primerizas, que día a día tratan de dar lo mejor de sí mismas para sus bebés.
Muchas veces, durante esta nueva etapa que emprendemos como madres, escuchamos comentarios negativos (críticas no constructivas) de otras personas dirigidos hacia la educación o manejo que le estamos dando a nuestro bebé, pero no importa! Debemos aprender a manejarlos y a escucharlos para tomar lo bueno. En sí, lo realmente importante es seguir tu instinto como madre, leer, investigar, seguir indicaciones del médico, abuelas, personas cercanas quienes desean lo mejor para ti en este nuevo papel que desempeñas.
Desde siempre me he rodeado de cosas positivas en mi vida: amor, alegría, fe, esperanza, bondad, solidaridad, amistad, compasión, entre otras.
Actualmente, con mi bebé he experimentado el amor en todas sus dimensiones. Me siento afortunada de haber conocido el amor de esta manera, porque sin duda el amor de una madre hacia su hijo es el amor más puro que pueda existir y para mí es el verdadero amor. Bueno es otro tipo de amor, diferente al de pareja. Con el amor de madre nuestra meta es darlo todo por nuestros hijos sí o sí. No hay condición, no existe el dar para recibir a cambio, no. Este amor, es realmente quién cumple el significado propio del amor.
Desde siempre, incluso antes de tener a mi bebé me ha gustado expresar mi felicidad (sentirme agradecida con la vida y con Dios por lo que me brinda a diario) a los cuatro vientos, es decir, desde las redes sociales hasta en mi actitud diaria o conversaciones en generales.
Desde que me enteré de mi embarazo, la alegría invadió mi diario vivir. Me lo gocé y lo disfruté al máximo. No hay nada más hermoso que ver todos esos recuerdos plasmados en fotografías donde se evidencia cada momento.
Ahora, teniendo a Lucas conmigo, me he convertido en una verdadera MAMARAZZI. Dicen que una mamarazzi es aquella mamá primeriza que fotografía a su bebé todos los días hasta cumplir el primer año. Momentos únicos cómo: el día que nació, el primer mes de su nacimiento, su primera fiesta de cumpleaños, cuando gateo por primera vez, cuando le salió su primer dientecito, cuando sostuvo con su manito el tetero, su primer corte de cabello, la primera vez que se metió a la piscina o al mar, fotografía con sus abuelos, con sus papitos, en fin…
Definitivamente, ser mamá es mi mejor profesión.
Esto lo digo por experiencia propia, lo estoy viviendo en estos momentos y no me cambio por nada ni nadie jeje.