Quiero contarles nuestra experiencia desde hace tres semanas en la operación pañal.
Todo inicio porque me di cuenta que Lucas podía durar con el pañal todo el día sin mojarlo mucho.
De igual forma, venía avisando y fastidiándose cuando tenía el pañal sucio. Quería que inmediatamente se le cambiará. Esto también pasaba cuando él tenía ganas de orinar, lo manifestaba justo cuando estaba orinando en el pañal.
Aunque ya teníamos claro que estaba listo para dejar el pañal, decidimos esperar un tiempo, porque nos habíamos mudado hace poco, y debía adaptarse primero a su nueva casa, espacio. Para que de esta manera, se sintiera más seguro y confiado.

Les ha pasado con sus hij@s que todo iba bien, jugaban, se divertían, se mostraban felices hasta que algo les molesto y daño todo el momento. Y no hubo forma para que volvieran a su estado de felicidad.
Y es que, «todo estaba bien», pero cuando Lucas se levanta molesto, fastidiado, porque recordó algo que ya no tiene en sus manos o porque tuvo un sueño o porque no le gusto que nadie estaba cerca de él cuando se levanto, son esos días en que la rabia lo gobierna y se convierte en un niño «malcriado» y como dice él mismo «grosero» (porque esta rabioso).
Desde hace tiempo queríamos hacer un viaje a solas para disfrutar tiempo en pareja. Porque en el día a día como padres aunque no queramos nos olvidamos de lo divertido que es estar solo los dos juntos, entre otras cosas, que hemos sobrellevado pero de igual forma, este viaje sirvió para reencontrarnos como pareja, tener un plan tranquilo y romántico.
Estuvimos dos semanas “Preparándolo” a Lucas para que se fuera acostumbrando a estar dos días en compañía de sus abuelos y tíos. Lo dejábamos con ellos por algunas horas. Y le decíamos que iba a ir al parque, jugar con ellos mientras “mami y papi trabajaban”, él entiende cuando nos alejamos y refiere que papi va al trabajo a hacer dinero, el cual sirve para comprar alimentos, juguetes, ropa, etc
Le venía haciendo saber que papá o mamá cuando no estén con él, siempre regresan.
Debemos criar de manera respetuosa, y esto lo podemos lograr con disciplina positiva.
La Disciplina Positiva es un modelo educativo para entender el comportamiento de los niñ@s y de acuerdo a este guiarlos de la mejor forma, considerando la comunicación, el afecto, el amor, la empatía y el respeto (tanto del niño como del adulto) al mismo tiempo.
Este tipo de educación tiene un equilibrio entre control excesivo y permisividad. Aquí se tiene en cuenta el respeto mutuo y la colaboración.
Estimular a tu bebé es lo más fácil de este mundo. El primer ingrediente que debes tener a la mano, es amor y paciencia.
Desde el momento de nacer la conexión que exista entre bebé y mamá dependen de ti. Debes tener buena actitud, sentirte tranquila y dejarte llevar por esta nueva etapa de ser madre.
Me preguntó y reflexiono acerca de qué no solamente una mujer para convertirse en madre, debe estar preparada mentalmente. Considero que eso es fundamental. Sin embargo, en el día a día en nuestro desempeño y labor de madre nos damos cuenta que hay momentos en donde el estrés se mezcla con nuestras funciones y no respondemos muchas veces como deberíamos.
¿Qué pasa cuando una madre se encuentra estresada por su labor? ¿Qué pasa cuando se cuestiona si es capaz de continuar «trabajando» en su papel como madre por su bebé? ¿Será que existe la denominación del estrés por ser madre?
Nuestro mundo nos exige convertirnos diariamente en una «súper mamá», trabajar, tener la casa organizada, dedicarle tiempo a la pareja, a los hijos, familia, amigos y a uno mismo… y esto sin duda se va aprendiendo a manejar con el tiempo. Lo principal es saber diferenciar entre lo urgente y lo importante, dandole prioridad a las cosas que merecen prioridad primeramente para así disminuir los niveles de estrés.
Y de repente, el jueves 25 de enero en horas de la noche, nos aviso que iba a hacer popo. Dijo: popo y salió corriendo para el baño. Lo llevamos al baño y lo pusimos en el inodoro, para simular que iba a hacer popo (y que a su vez entendiera la relación existente entre el popo y el inodoro) pero no le quitamos la pijama ni nada. Él hizo sonido como si estuviera expulsando algo en tono de broma, se divirtió, lo sintió natural y bajo la cisterna (anteriormente, le daba temor el ruido). Después, lo cargamos y nos dimos cuenta que efectivamente había hecho popo (en el pañal), y que popoooo ?? lo felicitamos y él se sentía orgulloso de sí mismo!!
Lo anterior ocurrió de la nada, y eso no quiere decir que Lucas ya este preparado o que queramos que lo esté, no! no tenemos necesidad de forzarlo porque es natural, es propio de cada niñ@. Quizás, en el jardín se le está haciendo familiar el hecho de que otros niñ@s van al baño. Él observa, escucha y lo aprende. Así, como en la casa, se le informa cuando nos busca en el baño, le decimos que estamos haciendo. Y él lo ve como algo normal.
Antes de darles algunos tips o recomendaciones sobre cómo hemos manejado el proceso de enseñanza-aprendizaje de Lucas, es importante recalcar qué desde la primera semana de vida un bebé es una esponja, el cual absorbe todo lo que ve y escucha (gestos, palabras, hábitos, etc).
Somos madres pero no somos perfectas. Somos humanos y cometemos muchos errores, a veces el mismo de manera repetitiva o cometemos varios durante el día o semana.
En la crianza de nuestros hij@s es claro que necesitamos ser una mejor versión de nosotras mismas todos los días, ya que ellos copiaran nuestra forma de ser, vocabulario empleado… nosotras seremos para ellos el mejor ejemplo a seguir.
La misma maternidad nos exige ser mejores cada día. Nos exige capacitarnos y seguir adelante con nuestra vida profesional para brindarles a ellos un mejor futuro.